lunes, 31 de enero de 2011

Pico Pato (Por Juancho)


JEREZ, TE SOBRA ESTILO!



Jerez, ciudad andaluza envidiada por diferentes aspectos: su localización geográfica, su gente, su arte, sus vinos, sus caballos, su clima (aunque en Las Pachecas y alrededores puede que no opinen lo mismo, al menos mientras que los políticos no solucionen los problemas del río). Jerez es una ciudad de más de 200.000 habitantes lo que le hace estar en el top provincial y en quinta posición a nivel autonómico (y eso que San José del Valle se jartó de ser jerezano en 1995). Siete son sus pedanías, aunque en ocasiones parezca que están en otro país; 16 sus barriadas rurales y tres sus distritos.

Jerez puede ofertar una ruta turística bien jugosa a cualquiera que venga a visitarnos. Se les puede llevar a sus múltiples bodegas, a sus muchas iglesias centenarias (y además es que se nota que son centenarias),al zoológico (el tempul de toda la vida) al Luz Shopping para darse un paseito en los karts (casi 20 euros por 7 minutos de conducción... toma ahí) y al centro a comerse unos churritos en la Vega.

Pero si hay algo que diferencia a Jerez del resto de ciudades del mundo y la hace situarse en la cresta de la ola del estilo no es la yeguada, ni el flamenco, ni la semana santa, ni siquiera la berza y los alcauciles al jerez. Lo que nos hace ser diferentes es nuestra manera transgresora de ataviar y decorar las rotondas que pueblan nuestra ciudad.

Nadie queda indiferente con ese pedazo de minotauro de Madre de Dios. Pero mucho más atrayente fue cuando se le colocó una equipación talla sgg (super grande gigante) del Xerez Deportivo. Desde aquí quiero hacer un llamamiento a tod@s l@s costurer@s de nuestro municipio para que vayan preparando metros y metros de tela para vestir de corto al gigantón para la feria del caballo... eso sí, sin cañero, ya que no tiene cabeza.

¿Quién no queda obnubilado cuando pasa por la rotonda del IFECA y ve esos caballitos de colores? Ya que la elección cromática no ha sido la más acertada se les podría haber puesto de posturas dispares, ¿no?... digo yo. Y es que aquí gusta mucho eso de colocar animalicos en nuestras redondas (como dice mi madre). Aunque hay dos rotondas que aún no he conseguido dilucidar de que animales se tratan y eso que cada vez que paso con mi coche les doy tres o cuatro vueltas para verlos de diferentes ángulos, y nada. Lo que sí tengo claro es que les hace falta como el comer un buen tratamiento contra el moho. ¡TODOS CONTRA EL MOHO!

Muchos quedamos impresionados con la rotonda de la venencia. Ese catavinos y esa venencia gloriosos. Pero he de decir que considero que los catavinos, de vez en cuando deben darse un buen flete, deben pasar por el lavavajillas o el fregadero (si la cosa está más cortita). Porque si alguien quisiera beber el líquido elemento jerezano en un catavinos en las condiciones higiénicas en las que se encuentra el de la rotonda en cuestión, no me cabe la menos duda que en menos de 24 horas sufriría una mutación (un tercer ojo... de los de ver cosas, claro; una tercera pierna... de las de andar, claro; un agujero negro en el estómago...)

Pero la ristra de rotondas que más me llaman la atención son las que tenemos en la conocida como avenida del colesterol. Colocar números gigantescos (no carentes de moho) en rotondas... eso sí que es un alarde de buen gusto. La funcionalidad de estas rotondas es reseñable puesto que mi tía, mientras que recorre la avenida todos los días para perder, como ella dice, esos tres kilitos que le sobra (aunque yo y 9 de cada 10 endocrinos opinanamos lo contrario) podrá estudiar los números, ya que la pobrecita se tuvo que quitar muy pequeña del colegio para trabajar en el campo.

Jerez... ¡ojú que rotondas! ¡OJÚ JEREZ!

JUANCHO

juancheando.blogspot.com

1 comentario:

  1. Me ha encantado el blog. Desde Sevilla, un Jerezano, te felicita.

    Te publico en Facebook.

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